ALMENDRO Y ALMENDRAS
Como medios curativos se conoce la leche y el aceite de almendras.
El aceite que se obtiene de las almendras es bueno para heridas, torceduras, contusiones, inflamaciones, neuralgias, hinchazones, gota, reumatismo, dolores de los oídos, zumbidos (se deja caer todos los días algunas gotas en el oído) y dolores en cualquier parte del cuerpo, interior o exteriormente. Se fricciona con dicho aceite las partes enfermas o doloridas, y para la cura interior se toma todos los días de 2 a 6 cucharaditas de aceite.
Tanto el aceite como la leche de almendras tiene un efecto disolvente, emoliente y muy curativo en tos seca, ronquera, resfríos, catarros de toda clase, sabañones, fiebre, edículos biliares, mal de piedra, enfermedades de la vejiga, mala secreción de la orina, nerviosidad, enteritis, afecciones de la piel de cualquier clase, estreñimiento, enfermedades de los pulmones y del pecho.
El aceite de almendras es un purgante inofensivo si se toma por cucharadas, también se puede dar a los niños chiquitos en dosis más pequeñas. Mezclando este aceite con un poco de agua y una yema de huevo, y revolviéndolo bien, se obtiene un buen remedio para curar la enteritis (inflamación de los intestinos) en niños y adultos.
La leche de almendras se hace en la siguiente forma: se machacan en un mortero 40 gramos de almendras dulces peladas, agregando algo de agua. Cuando todo está bien machacado, se agregan algunas cucharadas de miel y medio litro de agua. Se revuelve bien todo junto y luego se cuela.
ATENCIÓN: Las almendras amargas son venenosas porque contienen mucho ácido cianhídrico. Siete u ocho almendras amargas son suficientes para provocar un desmayo. Si se aumenta esta cantidad se presentarán calambres, la aceleración del pulso y de la respiración, y por fin la muerte.
Nota de la redacción
Las almendras contienen azufre, calcio, cloro, cobre fósforo, hierro, magnesio y silicio. Con el agregado de aceite, azúcares, esparraguina, proteínas, hidrato de carbono, celulosa, vitamina B1, B2, CAD, EE, B2PP.
Ante cualquier duda consulte a su médico.
Extracto del libro "Salud y Curación por Yerbas", del naturista alemán Carlos Kozel, editado en enero de 1946 y publicado por Editorial de la Misión.
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