Durante años en la República Argentina los políticos ganaron elecciones con la foto de muertos queribles. En la última elección algunos candidatos pensaron que ello se repetiría pero por suerte no fue así.
En algunos pueblos donde los candidatos no tuvieron el coraje de poner la cara intentaron esconderse tras un familiar sin tener en cuanta que la civilidad ya no come vidrio.
El gran corte de boletas debe ser tenido en cuenta por los cabeza de lista pues ello no es más que el repudio a aquellos que se enriquecieron en la función pública mediante el manejo corrupto de los espacios de poder ,que consiguieron colgados de algún candidato creíble.
Quienes pretendieron volver al poder con el prestigio de la foto de los muertos queribles recibieron el bien ganado y merecido repudio.
Si a todos ellos les queda una pizca de vergüenza deben hacer mutis por el foro y no subir jamás a escena ni ellos ni sus familiares.
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