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02 junio 2009

Naranja, naranjo, flores y cáscara: "Salud y curación por yerbas"

NARANJA
Mientras que el limón es por excepción una fruta que puede ser comida junto con cualquier alimento, con la naranja pasa lo contrario: frutas y verduras nunca deben ser comidas juntas. Este principio se aplica también a la naranja. La excepción se hace con la naranja silvestre, que es agria como el limón.
Lo mejor es comer la naranja a un tiempo determinado del año, cuando la naturaleza nos la ofrece fresca en el árbol; esto vale para todas las frutas, especialmente cuando se emplean para curas. Con esto trae la ventaja de que en este tiempo tienen su completo valor curativo y nutritivo.

La naranja no sólo es muy rica en vitaminas, sino también en especial manera contiene diversas clases de sales minerales, corno cal, hierro, potasio magnesio, fósforo, carbonatos, etc.
Cura con naranjas
Para alcanzar un éxito rápido debería ser usada, si es posible, en grandes cantidades. Por ser una fruta muy agradable, no hay ningún impedimento en cuanto al empleo de mayores cantidades, un tanto más como se trata principalmente de tomar el jugo de esta fruta. Haciendo, por ejemplo, una cura de 10 días con jugo de naranja, puede comenzarse con 5, 7 o 9 naranjas diariamente o más, aumentando hasta 25, 35 o 45 y después de la misma manera rebajando.
Sin embargo, conviene hacer una cura con jugo de naranja de mucho más duración, o sea de 15, 20, 25 o 30 días, etc., aumentando solamente poco a poco la cantidad y después rebajando del mismo modo.
Un buen sistema también es tomar cada día y durante cierto tiempo (10, 15, 20 y más días) la misma cantidad de naranjas sin aumentar o rebajar, por ejemplo 5, 8, 10, 12, 15, 20, 25, etc., naranjas por día.
Mejor que beber es succionar el jugo con una cañita de vidrio o pajita, pero nunca en el tiempo de las comidas, sino siempre un buen tiempo antes o después, y cada hora algo.
En caso que se presentarían granos en la superficie de la piel del que se está curando, entonces debe emplearse siempre también uno u otro factor curativo, para provocar una expulsión completa de los venenos. Baños de vapor, baños duraderos a la temperatura de la sangre de 37º, también baños calientes de asiento, prestarán en este caso grandes servicios.
Debe vivirse vegetarianamente también durante esta cura. El que hace una cura de limones o de naranjas en el ayuno entero o medio, no necesita tomar cantidades tan grandes. En este caso bastan menos frutas, respectivamente su jugo, porque entonces, y especialmente en el ayuno entero, se ocupan todos los órganos con la expulsión de la acumulación de las sustancias venenosas. El efecto en este caso es más grande, tomando menos frutas.
Nervios, debilidad mental, marasmo, enfermedades de dientes y encías, sangrado de encías, etc., enfermedades de la cavidad bucal, de la garganta, de la tráquea, etc., catarros de todas clases, reumatismo, gota, palidez, insomnio, estreñimiento, escrofulosis, tuberculosis, tisis, enfermedades de los riñones e hígado, mal de piedra, piedras nefríticas, cualquier malestar en los riñones, cálculos biliares, obesidad, punciones del corazón, calambres, dolores de cabeza, jaqueca, tifus y otras enfermedades fibrosas, difteria, granos e hinchazones de cualquier clase, diabetes, falta de apetito, enfermedades cardíacas, envenenamiento del metabolismo, enfermedad de la piel, tonsilitis, raquitismo, debilidad corporal, inflamación del intestino, epilepsia, hemorroides, hipos, ardor del estómago, regulariza y aumenta la segregación de las glándulas salivales, fortifica y regulariza los jugos gástricos, disminuye el contorno del vientre anormal, por lo cual serán innecesarias las fajas y cinturones que no son saludables, ventosidades, dolores del estómago, enfermedades del páncreas, orina en la sangre, destruye la acidificación del estómago, etc., favorece el trabajo del píloro, alejando estorbos, calma y cura las enfermedades del intestino delgado y grueso, también de la vejiga y próstata, trastornos en la orina, enfermedades de los ovarios y de la matriz, etc.
La naranja, por su excelente contenido de muchas sustancias curativas, depurativas y vivificantes, ayuda a expulsar todas las impurezas del cuerpo, de sus órganos, tejidos y de la sangre, de modo que todas las enfermedades y dolencias, causadas por estas sustancias impuras, puedan ser curadas y calmadas. No importa si se trata de enfermedades y dolencias de los riñones, hígado, piel, bazo, vejiga, matriz, pulmones, corazón, garganta, boca, glándulas, estómago, cabeza u otras. Su efecto depurativo y diurético trata de curar y cicatrizarlo todo. También los granos e hinchazones de cualquier clase, no importa si aparecen interiormente, tal vez en el estómago, intestino delgado, etc., o exteriormente.
Los niños reciben de la naranja las sustancias que necesitan para la buena formación de los huesos y para el sano desarrollo del cerebro y de la sangre.
La naranja es además en especial manera la fruta de los colegiales y de los que trabajan mentalmente, porque ella desarrolla, fortifica y limpia los nervios, cerebro y mente por su abundante contenido de fósforo natural (hasta 11 %).

Nota de la redacción
La naranja es rica en vitamina C. está recomendada para el desarrollo de los huesos, ayuda a bajar la presión arterial, reduce la glucemia. Consumir preferentemente en la mañana siempre dos horas antes del almuerzo. No debe consumirse junto con zanahorias. La cáscara es muy útil en las digestiones lentas, dolores de estómago y falta de apetito. Tomar 3 o 4 pocillos por día. Preparar en infusión 15 a 20 gramos en 1 litro de agua.

Ante cualquier duda consulte a su médico.

Extracto del libro "Salud y Curación por Yerbas", del naturista alemán Carlos Kozel, editado en enero de 1946 y publicado por Editorial de la Misión.

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