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17 agosto 2010

Cómo preparar un té: "Salud y curación por yerbas"

Segunda parte del apartado del libro “Salud y curación por yerbas” de Carlos Kozel, donde se explican las diversas formas de preparación de las hierbas para su aplicación curativa y culinaria.


Una mezcla de yerbas diversas es recomendable para preparar una buena bebida casera que sustituya el té que la gente acostumbra tomar cada día. Para eso pueden utilizarse hojas de frutilla, zarzamora, violeta, rosa, ortiga, hojas de naranjo, de limón, flores de rosas y violetas, menta, salvia, hinojo, flores de tilo, etc. Se usan en una mezcla tres o cuatro clases. Puede agregarse a este té un poco de leche si se desea, lo que no debe hacerse si es solamente para fines curativos. Se endulza con miel pura de abejas. Para una taza de agua (un cuarto litro) se calcula una cucharada de yerbas.
La mezcla de diversas clases de yerbas para fines curativos debe ser considerada de varios puntos de vista, por eso debería ser verificada por personas expertas en este ramo.

Reglas generales para la preparación del té:

• Las raíces, cortezas, leños y palos requieren más tiempo para su preparación que las flores, hojas y gajos tiernos, por eso no pueden ser preparadas en el mismo recipiente pues las partes más tiernas quedarían demasiado cocidas. Deben ser preparadas por separado y después pueden ser mezcladas vertiéndolas en un mismo recipiente. Según el deseo y fin, pueden ser usadas más de una o de otra clase.
• Si se mezclan varias yerbas curativas, puede emplearse de cada clase la misma cantidad, siempre que no se trate de una planta curativa de efecto demasiado poderoso o de gusto muy amargo como, por ejemplo, el ajenjo. Siendo así se agrega de esta yerba o plantas solamente la mitad de la cantidad de las demás yerbas, o menos todavía.
• La cantidad necesaria de agua y yerbas para la preparación de té:
Si en la descripción particular de cada yerba no hay observación especial, se usa por lo general de 1 cucharadita a 1 cucharada de yerbas para preparar una taza de té. La cantidad necesaria de agua para esa porción de yerbas es un cuarto litro. Si se quiere preparar más cantidad de té, se aumenta la cantidad de agua y de yerbas de acuerdo a la cantidad que se requiera. Es preferible emplear siempre la menor dosis de las yerbas que tienen un efecto muy fuerte. Por lo general pueden beberse diariamente 2 a 4 pocillos (es decir, tazas pequeñas) de té, o también puede tomarse por cucharadas, si no hay otra indicación en la descripción de las yerbas.
• Al té que se toma para fines curativos no puede agregársele leche o azúcar, pues esto le quita parte de su valor curativo; hasta en muchos casos puede impedir completamente la curación. La miel es muy curativa. Aconsejamos, por eso, endulzar con miel todo té que sirve para la curación de catarros, enfermedades de la garganta y pecho, brevemente dicho, para disolver las mucosidades. La miel tiene un efecto especialmente disolvente en las obstrucciones y mucosidades. También es emoliente, medicinal, laxativa, depurativa, vivificante, nutritiva, tónica, estomacal y diaforética. Se destaca por su gran poder curativo. Empléese solamente miel pura de abejas, libre de cera. La miel que contiene cera perjudica e impide la actividad del hígado y de los riñones.

• ¿Debe tomarse el té caliente, tibio o frío? En casos de fiebre se recomienda té frío y en escalofríos té caliente o tibio. Para apagar la sed el té caliente es mejor que el frío.
En resfríos, catarros, enfermedades de la garganta y pecho, obstrucción, calambres y para disolver mucosidades debe tomarse siempre té caliente, lo mismo para calentar el cuerpo y provocar el sudor.
• Téngase cuidado de que el té no fermente, pues no puede ser tomado. Aconsejamos preparar para cada día la porción necesaria.
• Como el beber durante las comidas estorba la digestión y puede producir enfermedades del estómago, no debe tomarse té en el tiempo de las comidas, sino siempre un tiempo antes o después.
• Durante todo el año pueden hacerse curas té. Sin embargo, el mejor efecto tiene una cura hecha en la primavera, cuando las yerbas brotan tiernas de la tierra, y también en otoño.
• Muchos cometen el error de rechazar el té amargo por no ser agradable a su paladar, pero justamente ese té tiene un gran poder curativo.
• Póngase especial cuidado al tomar té de cambiar de vez en cuando la clase, más o menos cada 10 días, pues el cuerpo se acostumbra a una cierta yerba curativa, y así se disminuye su poder curativo.
• Durante el período de menstruación, el sexo femenino debería dejar de tomar té, siempre que no se trate de un té para la curación de una menstruación enfermiza y anormal.

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