ir arriba

07 octubre 2008

Volver a las fuentes

Las ciencias exactas tienden en los últimos tiempos a centrar sus estudios en los núcleos primarios, volcando su investigación sobre las células madre o el choque de núcleos, por ejemplo. El fracaso de la globalización y la economía de mercado no es ni más ni menos que el fracaso del individuo, que no ha priorizado el principal factor en la ecuación de la vida: el ser humano.
La caída de la economía salvaje plasmada en su consecuente derrumbe en Estados Unidos y Europa, es consecuencia de la imposición de mecanismos de captación y distribución que desconocen el valor del hombre como unidad social.
El deterioro de cualquier órgano humano repercute en todo el cuerpo. Y así es como la economía de los potencias se está destruyendo a sí misma por ubicar al Imperio del Poder por sobre el sujeto, a quien desprecia.
En la República Argentina las economías fracasaron precisamente por considerar al Gobierno, a sus acólitos y a los grupos afines de poder su factor primordial de sustento. Todos fracasaron. El conservadurismo, el peronismo, el socialismo, el radicalismo y los militares. Porque cada una de estas fuerzas sociales actuaron y actúan a la usanza de corporaciones, y las repúblicas no son corporaciones. Están conformadas por un territorio que es de todos los que en él habitan, y en el cual el ser humano y la familia son, a no dudarlo, la célula madre: su sustento.
El deterioro de la unidad familiar conduce tarde o temprano a la destrucción de la sociedad en su conjunto. No olvidemos que el concepto de cuidar al individuo es el que nos induce a cuidar nuestro propio planeta.

0 comentario :

Comentar esta entrada

Su opinión nos interesa. Recuerde que los comentarios son entera responsabilidad de sus autores, y que no se aceptarán agresiones o insultos, ni a comentaristas ni administradores.