Los subsidios a casinos, empresas de transporte y otros, fueron una aberración (escondida tras presuntos negociados que, de existir, son imposibles de probar) y la quita futura de los subsidios que caerá sobre quienes, a pesar de trabajar más de diez horas apenas sobreviven, seguramente es lo que llama a reírse a Boudou y a de Vido.
De haber sido anunciadas estas medidas, y muchas de las que el ejecutivo está elucubrando, antes del último acto electoral, muchos de quienes calificamos estas como desprolijas e inoportunas seguramente no opinaríamos lo mismo.
Menem dijo: “de haber dicho la verdad no me hubieran votado”, y fue poco menos que decirle a sus votantes que fueron unos imbéciles. Boudou y de Vido, con su sarcástica sonrisa, estarán diciendo lo mismo.
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